miércoles, 4 de febrero de 2009

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Los sistemas teocrático y laico Como podemos comprender el sistema islámico es el único que puede administrar la soberanía divina, la teocracia, no comparte con ningún otro sistema, los sistemas no teocráticos desconocen la soberanía de Allah. En el sistema teocrático islámico, la administración de la justicia y de los bienes es desde Allah, con Allah, por Allah y para Allah. En el sistema islámico el estado y el gobierno son instituciones ordenadas por medio del ángel Yibril al profeta Mohammad (SAAW), (que la paz y la bendición de Allah sea con el). De acuerdo a la teopolítica del sistema islámico, Allah esta presente en sus leyes, estatutos, reglamentos, decretos y disposiciones y por medio de estas Allah gobierna la nación islámica y al mundo islámico. El sistema teocrático islámico es inmutable para todos los pueblos en todos los tiempos, por el contrario, los otros sistemas si sufren mutación, la mutabilidad de los sistemas y la inversión de los valores. Son sus elementos degenerativos. Esta generación es primeramente espiritual, luego moral; la sociedad occidental se corrompe de manera progresiva y acelerada, las cusas de la descomposición están en el modelo de valores invertidos. Todo lo que se hace y se dice desde los sistemas no teocráticos, es desde una opción por el mal, por el Shaitan y su proyecto de mundo, el cual es el gobierno mundial de la inmoralidad, el libertinaje y la corrupción. Los sistemas no teocráticos fueron inspirados por el Shaitan, son su instrumento de ideologización de la humanidad. El Shaitan conoce la humanidad, cuales son sus debilidades, poder, dinero y el placer, y justamente setos sin la esencia y el fin de este sistema. La ilusión de la felicidad que prometen estas tres cosas hace de los sistemas no teocráticos algo verdaderamente atractivo para el ego humano, pero solo es una ilusión que no permite ver y reconocer la realidad de dolor y de muerte que oculta. El sistema político islámico es la verdadera gracia y misericordia de Allah para salvar a la humanidad del Holocausto, hacia donde es dirigida.