viernes, 6 de febrero de 2009

101

pensaba si me captura la policía regional estaré en manos de Manuel Rosales y por lo tanto estoy muerto, pues vengo luchando contra él desde que era Alcalde, cuando acompañe a los buhoneros y carretilleros. Solo tenía alguna posibilidad de salvar la vida en manos del gobierno nacional. Al poco rato de haberse retirado, Juan Martínez, se escucho el zumbido del motor de un jeep, no pensé que era la policía, creí que había llegado gente de la AUC, o unos sicarios Wayuu que me andaban buscando. Se oyeron carreras en el patio, entro primero el funcionario Robert (luego supe su nombre), luego entraron dos mas, entre ellos el comisario Sun, todos ellos de inteligencia de estado, me dijeron que me buscaban por un caso de estafa en el caso de “Mi pequeño país”, me obligaron a tirar me en el suelo y trataron de amarrarme. El hecho de que no se hubieran identificado correctamente, mostrado una orden judicial, de allanamiento de residencia, me hizo pensar que en verdad se trataba de sicarios o de paramilitares, por lo que puse resistencia, llame a los vecinos a gritos, para ver que posibilidades surgía en caso de que alguien interviniera. El lugar se fue llenando de gente y por mas que trataban de atarme o meterme en la camioneta jeep, tipo Wagoneer estacionada frente al rancho no lo conseguan. Luego cambiaron de táctica, razonaron conmigo, Teodoro, es mejor que no sigas resistiéndose o tendremos que dispararle en una pierna y alegar que nos quisiste desarmar. Ustedes son unos paracos o unos sicarios, si quieren mátenme aquí, en presencia de toda esta gente, pero no me llevaran para matarme en otro lugar y dejar mi cuerpo tirado en el monte. Si fuéramos sicarios o paramilitares, créame que no estaríamos perdiendo tiempo, ni nos molestaríamos en estar cargando contigo, ya te hubiéramos matado. Si es lo que en verdad quisiéramos. Esto era verdad, pero no podía ponerles las cosas fáciles, así es que continué luchando y resistiéndome, el funcionario que se llama Robert, saco una navaja y me hizo un corte en el brazo, me advirtió: si no te entregas te hare una herida peor o te pegare un tiro, no podemos perder mas tiempo, ni queremos que otros cuerpos de seguridad intervengan; además nos estamos colocando en peligro con toda esta gente que se esta amontonando, así es que decídete, confías en que somos policías y nos acompañas por las buenas o te disparáramos para someterte, tu escoges.