viernes, 6 de febrero de 2009

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El JUICIO El día 10 de marzo a las 11 y unos minutos, me notifico el inspector de guardia, que para el día siguiente tenía un traslado para el tribunal. El día 11 de marzo a las 9:00 AM, aproximadamente fui trasladado al tribunal tercero de juicio. Es de destacar que para este traslado fue movilizada una gran fuerza de tropas, dos vehículos principales, otros vehículos escoltas motorizados moscas y personal armados con R-15 y M-16, otros con pistolas en las manos. Fui llevado esposado con las manos hacia atrás. En el palacio de “justicia”, fui introducido en un calabozo de espera, luego regreso la escolta armada de fusiles con los alguaciles del palacio para conducirme al piso donde funciona el tribunal. Yo estaba vestido a la Usana islámica con la Kufia (gorro islámico) y una camisa tipo Sunna (clerical islámica), la barba larga y un chaleco tipo cargo, mi indumentaria, apariencia y toda la fuerza armada que me rodeaba causo asombro, por no decir alarma en los pasillos por donde pasábamos, pues daba la impresión de un hombre de extremada peligrosidad. La verdad es que para el día de ayer todo estaba preparado para una condena si muchas formalidades, luego un traslado a un lugar donde seria asesinado, lo que me salvo fue la oportuna intervención del Dr. Ambiorix Polanco, quien apareció para asistirme legalmente, esto fue un milagro de Allah, pues yo no tengo medios como pagar un defensor privado; también sentí una gran desmejora de mi salud, cosa que noto el Dr. Polanco, yo le dije que se debía a los muchos días de ayuno, pero la verdad es que se trata del avance de mi enfermedad terminal. El cambio de abogado tomo de sorpresa a mis enemigos, los cuales tuvieron que otorgar una prorroga al nuevo abogado para que este leyera el expediente, esto hizo que todo lo que ellos habían organizado se les viniera abajo. En mi caso todo estaba en mi contra de una manera deliberada y