viernes, 6 de febrero de 2009
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resto de los penados y procesados, casi todos usan el saludo islámico, conocen algo de Islam y del proyecto Hezbollah Venezuela. La luz de la teocracia se enciende en este oscuro rincón de la prisión del Helicoide.
También Allah ha estado moviéndose y esto se muestra en que surgen nuevos aportes al proyecto y otros sectores se interesan desde el exterior y solicitan información. De aquí, se han ido en libertad muchos y todos se han llevado la propuesta política teocratica como un conocimiento mas a compartir con otros en Venezuela.
Estoy viviendo la teocracia entre rejas, el triunfo de este fenómeno divino que comienza como la aurora.
Ahora en el calabozo habemos dos personas que tenemos el sagrado Corán. Las charlas sobre el Islam son a diario, los presos aprenden teología teocratica, política y revolución teocratica, además palabras del idioma árabe.
Mi meta como creyente aun estando entre rejas es alcanzar el conocimiento supremo, la elevación y la iluminación; para esto necesito la quietud del alma y del cuerpo, es una lucha para vencer los fantasmas del deseo, el miedo, la muerte y el pecado.
El ser precursor de la teocracia es una responsabilidad muy grande. De la vida que vivas va a depender si Allah esta presente en tu trabajo, o no. si Allah no esta presente, todo esta perdido.
Por eso mi mayor esfuerzo es para que Allah este presente en el proyecto teocrático venezolano. Mi esfuerzo no tiene que estar en otra cosa más que en vivir conforme a su personalidad y carácter. Si vivo la teocracia, eso bastara para que ella triunfe por si sola, solo hay que vivirla. El más grande impedimento para vivirla es la mundanalidad occidental, la anti teocracia.
Paso las 24 horas del día encerrado en el calabozo, pues ya no abren para que salga al pasillo, fueron colocadas cámaras de circuito cerrado con las que me vigilan de día y de noche.
Muchos de los antiguos compañeros de prisión se fueron en libertad, otros nuevos han llegado, entre ellos el gordito González jefe del cartel de la Guajira y del frente de resistencia wayuu de los AUC, los paramilitares del caso Miranda, los trasladaron a el reten de la planta.
