viernes, 6 de febrero de 2009
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es el juicio del estado y de la sociedad venezolana, contra su propio producto, es decir, yo.
Ya que esto es un juicio, hagamos que lo sea también contra el estado y contra la sociedad venezolana y no solo contra mí. En este juicio soy yo el delincuente, quien me constituyo acusador y juez del estado y la sociedad venezolana, en virtud de mi condición de acusador y juez del estado y la sociedad venezolana, mi sentencia contra ustedes es el perdón.
Como delincuente que fui, pido perdón a mis victimas con esto pongo en paz a mi vida.
En cuanto al caso en particular que nos ocupa en este momento, no me creo un delincuente en lo que se refiere a este caso en específico.
Hay cosas positivas en mí, como lo hay en toda persona humana, una de las cosas positivas es mi capacidad de sacrificarme por lo que creo, soy un hombre de convicciones y no de condiciones.
Como político he trabajado y luchado por un proyecto de insurrección armada de la marginalidad, en Pro de este objetivo lo he gastado e invertido todo, no ha habido esfuerzo legal e ilegal que yo no halla hecho para financiar mi lucha, he robado, estafado, extorsionado, matado, con tal de construir un camino de liberación, ni siquiera he estimado como valiosa mi vida o mi libertad, por encima de la lucha de liberación del modelo opresivo venezolano.
Sres. He trabajado y luchado a cambio de nada y nada tengo, tampoco le debo nada al Estado o a la sociedad venezolana, nada me ha dado y nada les pido.
Hoy quiero reconocer públicamente el hecho de que esta lucha en la que me vi envuelto, fue mi peor error pues trataba de combatir las injusticias en las que me vi victima con más injusticias, también por esto pido perdón a todas las personas a quienes afecte sus vidas y sus personas.
Señores esta fue mi vida, estoy lleno de dolor y de vergüenza por ella, por es muy importante para mi, mas que ser castigado o liberado, el escribir una nueva historia, el auto perdón y el olvido.
