viernes, 6 de febrero de 2009
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soberanía humana proclama la soberanía de Dios, pero solo obedece a la soberanía humana, como lo dijo el profeta Isaías, este pueblo con sus labios me honra, pero su vida (corazón) esta lejos de mi, pues en vano me rinden culto (reconocimiento de mi soberanía) tan solo con sus labios, pero gobernándose por mandamientos humanos.
Para que la humanidad viva un orden sin Dios, es necesario sacar a Dios de todo lo que signifique autoridad, ley y colocarlo solo en un plano formal, puramente sentimental, pero sin ningún poder.
La religión de Satán, es la religión de la idolatría, la religión de los altares, la de Dios y Jesús convertidos en dos grandes ídolos sin poder. La religión que bendice el gobierno de Satán con su complicidad, pues sabe que la soberanía humana es el pecado, es el poder de Satán, desde la soberanía humana, hasta lo bueno resulta malo pues da fuerza al gobierno del maligno.
La gran declaración de Jesús
Satán ha venido para saquear, matar y robar.
Yo he venido para darles vida y vida en abundancia.
Aquí están las dos órdenes, el de Jesús y el de Satán, el reino y el anti reino.
La teocracia (soberanía divina) y la democracia (soberanía humana).
El orden de vida y vida en abundancia y el orden de saqueo, robo y muerte.
El orden de la soberanía humana, es el orden de saqueo, robo y muerte, es el orden que nos gobierna, somos gobernados por la propia injusticia, lo peor es que seis mil años de historia no han bastado para convencer a la humanidad que desde la voluntad humana, soberanía humana, jamás, jamás de los jamases, la humanidad encontrara un buen gobierno, insistir en esa dirección es una soberana necedad, solo una sociedad entupida sigue tercamente el camino del error.
Aquellos hombres y mujeres del tiempo del profeta Jesús, no estaban en condiciones para realizar una efectiva divulgación del anuncio del orden divino llegado a la tierra por medio de Jesús.
