viernes, 6 de febrero de 2009
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Dios necesitaba un nuevo instrumento, este tenia que ser un loco fanático, un fundamentalista capaz de matar y de morir por sus convicciones, ninguno de sus apóstoles, hasta ese momento de la historia, había alcanzado ese perfil, por eso escoge a un hombre de las filas enemigas, un hombre que actuaba con pasión defendiendo la causa de Satán, pero confundido, creyendo que la causa que defendía era la de Dios, a este hombre le ocurría lo que hoy le ocurre a las religiones que defienden la soberanía humana creyendo que es la de Dios y rechazan la divina.
Este hombre en su error estaba convertido en el mejor instrumento de Satán contra el gobierno de Dios, Satán aprovecha nuestra ignorancia.
Si Dios mirara mas nuestros defectos que los motivos que nos impulsan, hubiera despreciado a este hombre que estaba causando tanto daño a sus planes, pero Dios no es como nosotros, él no se fija en lo que los humanos nos fijamos, en los errores, Dios va mas allá, Dios ve los motivos, este hombre llamado Saulo, tenia un motivo correcto, su entendimiento de la voluntad divina es lo que estaba equivocado.
Cuando Dios corrigió su error, toda esa fuerza que lo motibava a actuar en forma equivocada, toda esa fuerza fue dirigida en el sentido correcto y Saulo se convirtió en Pablo. El instrumento escogido que vivió la mas perfecta vida teocratica hasta batallar con las fieras a las que fue lanzado en Roma, vivir en un calabozo encadenado y finalmente dar testimonio con su muerte de que, el camino del reconocimiento y la obediencia al orden divino es la voluntad perfecta de Dios para la humanidad, no hay otra.
Venezuela y America tendrá que aprender a diferenciar entre voluntad de Dios y voluntad humana, entre soberanía de Dios y soberanía humana, entre teocracia y democracia, entre Dios y Satán, entre lo santo y lo profano.
