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Se que estoy condenado por este tribunal de Satán, pero tengo que luchar con todas mis fuerzas, con la ayuda de Dios, solo me importa comportarme como un digno embajador de la teocracia para Venezuela y para America latina. Como embajador de Dios, cumplir mi misión ante el orden de la antiteocracia, anunciarles la soberanía divina, el gobierno de Dios que llego a Venezuela, soy embajador entre rejas. El día 2 de octubre fui llevado al tribunal 3° de juicio para la segunda audiencia por el caso Hezbollah Venezuela, desde la audiencia de apertura de juicio, no he comido, ni bebido agua, solo café, de vez en cuando tengo mareos, pero me mantengo fuerte de manera relativa. La lucha de la teocracia y la democracia entre el Juez Luis Ramón Cabrera Araujo y mi persona continua en este juicio, fueron presentados los testimonios del perito en informática y sistemas de computación que intervino los correos electrónicos y las páginas Web. Este apunto su declaración a establecer relación entre mi persona y la orden de colocar los explosivos en la embajada de Americana de Caracas. También declaro el policía de Baruta que detuvo al colocador de los explosivos y el comisario David Sun, todos trataron de incriminarme en el hecho, por mi parte mantuve la posición asumida de acusar de injusto al tribunal; la siguiente audiencia fue colocada para el jueves 9 de octubre. El juez Luis Ramón Cabrera Araujo, es el mismo juez que condeno a los hermanos Guevara por el caso Anderson y los condeno con actas forjadas y testigo falso, como luego fue reconocido por la misma fiscalía, este es el hombre que pretende hacerme justicia. Yo no estoy diciendo que los Guevara sean inocentes o culpables, sino que el juicio estuvo plagado de irregularidades y esto es lo mismo que esta ocurriendo en este juicio donde todo y todos, incluyendo mi defensor esta en mi contra. Mañana seré trasladado nuevamente al tribunal, cumpliré ocho días sin comer, bebiendo solo café, lo que me resta es la parte más dura y difícil de todo este proceso.