miércoles, 4 de febrero de 2009

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de los pueblos, la soberanía de Allah es rechazada por estas personalidades como algo extemporáneo, anacrónico u obsoleto, para administrar los destinos de un mundo adulto. Cometen el mismo error de las civilizaciones que lograron su máximo nivel de desarrollo y luego desaparecieron por causa de haber optado por el mal como forma de organización de gobierno y rechazar las leyes divinas, enviadas por medio de ángeles a los profetas con la orden de organizar sociedades, estados y naciones, bajo el orden y el sistema divino de la teocrácia, el poder por el cual Allah suprime el mal y establece el bien. En el mundo no teocrático, los clérigos que tienen que ser los que gobiernen, son rechazados como para administrar las políticas nacionales y en su lugar son colocados los corruptos. Así es como la humanidad anula la voluntad de Allah para imponer la suya propia. Las naciones del mundo occidental consideran moderno, civilizado e inteligente, estar organizados bajo la democracia y algo absurdo, estar organizados en la teocracia.