martes, 3 de febrero de 2009

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Allah contra Occidente La victoria sobre occidente significa la reconstrucción de la fraternidad, moralidad, ecosistema, justicia, felicidad y la verdadera libertad para todas las generaciones por siempre, claro que esa victoria y todo lo que ella significa para la humanidad, tiene un precio grande, el precio del martirio de millones de creyentes, de soldados de Allah, que optaron por renunciar a esta vida por la causa de Allah, del paraíso y la humanidad, el precio de la tortura en las cárceles secretas de EE.UU. en el mundo y en especial Guantánamo. Solo una salvación tan grande y toda la felicidad que espera a la humanidad, en la teocracia pueden justificar el martirio y la yihad, las máximas pruebas de fe para nosotros los creyentes. La Guerra En estos momentos estamos en esas dos pruebas, el mundo islámico es sacudido por la guerra. La invasión de la revolución socialista a Afganistán y su pretensión de imponer el orden democrático y el sistema socialista a esta nación islámica. La guerra de la alianza del tratado del atlántico norte OTAN contra la teocracia y la resistencia Talibán, son acciones de guerra del mundo occidental contra el mundo musulmán. Los ataques del 11 de septiembre contra el Wall Estree Center y el pentágono, son la respuestas del mundo teocrático islámico, contra estas agresiones es la yihad contra Occidente. El mundo occidental tiene que entender que ha ofendido al mundo musulmán y que las acciones que ellos llaman terroristas, no son otra cosa que la lógica respuesta defensiva del mundo de Allah. El 11-M, es una acción de la yihad mundial contra Occidente, no debemos olvidar la participación de Europa en la guerra de exterminio contra los pueblos islámicos. Occidente tiene que llegar a entender que la yihad mundial, es guerra santa mundial y no terrorismo. Que la yihad contra el mundo del pecado tiene sentido y objetivos, el 11-S no es una acción sin objetivos, los ataques no fueron en realidad contra los meros edificios y sus ocupantes, esto no tendría ningún sentido islámico, los ataques fueron contra el orden y el sistema de dominación mundial.