lunes, 9 de febrero de 2009
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Por su parte la inteligencia de estado y militar no se dormía. Sus bases trabajaban en todo el territorio nacional para hacer fracasar el plan de insurrección indígena. Una de las iniciativas era usar la planilla, para ello el punto doblar ya era un hecho. ahora pasaban al siguiente punto neutralizar, para lo cual solo bastaba hacer llegar a quienes pudieran darme un apoyo; información que me presentara como un traidor a la lucha de los revolucionarios izquierdistas y un hombre utilizado por la ultraderecha. A los ultraderecha la información era que, pertenecía a la extrema izquierda; así me cerraban las puertas de la derecha y de la izquierda. ¿Inteligente no?
La lucha quedaba aislada, luego paso final era quemar a Teodoro Darnott; así se ponía un final definitivo a un posible conflicto armado en Venezuela. Esto por dos razones: destruía la posibilidad del surgimiento de una nueva imagen política, desligada de las corrientes poderosas nacionales e internacionales y la irrupción de un nuevo protagonismo que atrajera la atención publica y que pudiera significar un costo político para los partidos políticos de derecha y de izquierda. Lo otro es que permitir el crecimiento de la idea del M.G.L.N., podía representar un grave problema de seguridad de estado.
Los órganos de inteligencia emitieron sus informenes y sus directrices. Los estamentos militares se pronunciaron antes los primeros graffiti aparecidos en la ciudad de Maracaibo. De existir como tal serán exterminados, fue la respuesta del alto mando militar zuliano ante una entrevista del diario Panorama. Algunos graffiti decían:
M.G.L.N., dignidad rebelde.
M.G.L.N., por el glorioso camino de las armas.
M.G.L.N., Zulia la otra guerra.
Panfletos repartidos en la ciudad.
¿Si nos alzamos en armas, quienes serán nuestros jueces y cuales serán los cargos?