sábado, 7 de febrero de 2009

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recomendado ponerse a derecho ante la ley egipcia, le hubiera dicho mía es la venganza ¿Por qué la tomaste por tu mano? Dios no hizo nada de esto. Hay dos formas de vivir la fe. Desde una sumisión a la opresión o desde una lucha de liberación. Son dos experiencias de la vida espiritual, solo una es aprobada por Dios. Vivir la fe desde una sumisión a la opresión, es negar la voluntad divina, aun mas oponerse a ella. La voluntad de Dios es la libertad, la cual significa vida. Mientras que la opresión significa muerte. Yahvé no es Dios de muerte, sino de vida. Escoged la vida para que viváis, dice el señor. Se participa en el pecado de la opresión cuando damos nuestro consentimiento, bien sea por la neutralidad, indiferencia, lo cual es lo mismo que oprimir de manera directa, pues se cae en la complicidad. Existen opresores porque existen oprimidos. Mientras existan quienes se dejan oprimir, existirán opresores. Así los oprimidos cando no procuran liberarse, son tan culpables como sus opresores. La opresión tenemos que entenderla como fruto de la voluntad humana y no de la voluntad divina. Dios ordena poner en libertad a los oprimidos. Isaías 58:6 Desechar el yugo de la opresión (Isaías 58:9), Jesús dijo, el espíritu del señor esta sobre mi, por cuanto me ha ungido el señor para poner en libertad a los oprimidos. El espíritu este sobre, es par (acción). Los oprimidos tienen que ser puestos en libertad, yo he hecho así, para que, como yo he hecho vosotros también lo hagáis (Isaías 58:9). La misión