sábado, 7 de febrero de 2009
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Con jubilo fui recibido por mis viejos compañeros de lucha, fui alojado en un ranchito junto al de Lucia, la hija de Chávez, después me pase a uno más cómodo, al lado de Eudo Montiel, un amigo Wayuu. Después de visitar a los antiguos compañeros de lucha, comencé a organizar una reunión de antiguos combatientes por la tierra a Elías Montiel Alias el comandante Paramaconis, Ángel Montiel alias el comandante puliki (el burro), al guapito.
Reclute gente nueva uno llamado Brito (primo de Giovanni Vázquez de Armas), otro apodado el Comandante Catire, a Francisco Machado, uno llamado Freddy, que permaneció al ELN de Colombia, Gumercindo Paz, un Wayuu ex Guardia Nacional colaborador con la farc-ep un hijo del Comandante Catire estudiante de la universidad Bolivariana y una Wayuu amante del Comandante Catire. También a una dirigente sindical amante de Brito.
De mi llegada y mi convocatoria tuvo conocimiento el comandante Jerónimo, (Juan Martínez el traidor), el hombre que me había traicionado dos veces y se me presento en una de mis reuniones celebradas en la casa del Comandante Catire, me invito a que fuera a su casa, que hablaría conmigo y yo fui, me invito a comer y luego hablamos, primeramente me confeso lo de su traición y me pidió perdón, también una nueva oportunidad para demostrarme su arrepentimiento, lo que no podía yo imaginar, es que este hombre detrás de todo ese arrepentimiento lo que ocultaba era una nueva traición.
A pesar de los antecedentes de Juan Martínez, en nuestra lucha y en nuestra organización, lo incorpore nuevamente al grupo para que cumpliera una vez más su misión traidora. Al grupo llego también Esmeralda Villasmil, Ocando, una joven Wayuu estudiante de la universidad Bolivariana, hicimos reuniones en la casa del Comandante Catire, en la de Ángel Montiel el Comandante Puliki, en el modulo de barrio adentro.
Las clases de orden cerrado las comenzamos en un colegio de la fundación de Francisco Machado, este colegio estaba cerca del barrio Bolivariana Wayuu, allí reclute varios Wayuu. Las pañoletas rojo y negro nos la dono la iglesia luterana del barrio etnia Guajira, estábamos reorganizando el M.G.L.N, pero yo, este proyecto lo daba por muerto porque no creía en el, la gente no pensaba en otra cosa que no fuera en dinero, como si el dinero fuera a cambiar nuestras vidas. Querían que el M.G.L.N, fuera una organización más