lunes, 9 de febrero de 2009

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Me mude para la casa de mi suegro o tashimie, como se dice en wayuunaiki. Me hice un miembro más de la familia. En el patio funde un colegio informal y me dedique a enseñar, a leer y a escribir. Así fui ganándome el aprecio y el reconocimiento de la comunidad. Convocaba reuniones y les hablaba de la necesidad de cambiar nuestra grave situación. Era necesario diligenciar con los partidos políticos y con los gobiernos nacional, regional y municipal, las soluciones a los problemas que nos afectan. Mi inicio en la Política Un día me presente en la plaza Bolívar e inicie mis primeros contactos con las fracciones parlamentarias de los diferentes partidos. La realidad en que vivía el cinturón de miseria era por demás conocida por todos los parlamentarios. Pero estos solo visitaban las comunidades del cinturón de miseria en tiempo de elecciones, para buscar los pocos votos a cambio de promesas. Los partidos y sus representantes en los gobiernos, eran tanto o mas inconcientes e insensibles que los wayuu. Solo que ellos tenían el poder. Mis visitas a las fracciones políticas y a los partidos fueron mas frecuentes. Lo mismo que mis insistencias sobre la problemática del cinturón de miseria y la necesidad de atención que estos problemas reclaman. Ellos pedían votos a cambio de promesas y yo soluciones a cambio de votos. Presente todo tipo de solicitudes y denuncias, a cambio solo recibí dilaciones y demagogias. Cada diligencia que hacia la notificaba a la comunidad. En la medida que pasaba el tiempo mí nombre era más conocido y crecía la simpatía hacia mi persona en la comunidad wayuu. Los diarios, Panorama, La columna y La verdad publicaban mis denuncias; lo mismo las emisoras de radio. Así fui creando una imagen, hasta convertirme en un personaje querido por la comunidad y odiado por los dirigentes políticos zulianos.