viernes, 6 de febrero de 2009
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Vivo la vida de un derviche (monje musulmán), mi barba y cabello crecieron y solo uso dos mudas de ropa, una para asistir al tribunal o al medico y otra para usarla diariamente, lavándola y poniéndomela continuamente, he renunciado a toda comodidad, para vivir una pobreza voluntaria, he optado por una vida austera, cuando no estoy en ayuno, tan solo, como una sola comida. El desayuno un pan con queso y jugo o café, con eso paso todo el día.
Es duro pues uno ve todo tipo de comidas deliciosas y tienes que negártelas para reafirmar el hábito de la austeridad, hasta que este pase a formar parte de la nueva personalidad. La personalidad es como un caballo, quiere libertad y cuando se la das ya no eres tu quien monta y conduce el caballo, sino el caballo quien te monta y te conduce. Así es que la personalidad hay que educarla y darle de vez en cuando algo de sus demandas, siempre que no infrinjan la ley de Allah.
En mi tiempo de estudio trato de entender la voluntad de Allah para mi vida, por esos estudios interpreto que no debo vivir ni morir conforme a mi voluntad, pues esta es el fruto de mis intereses y deseos y estos tienen su origen en conceptos enseñados e inculcados desde un entendimiento anti Allah, desde un conocimiento erróneo de la realidad, los intereses y deseos de la personalidad occidental no pueden ser los de una personalidad teocratica. La personalidad teocratica es la profética, por eso un muslim tiene que tener un Walid, una figura modelo por la cual guiarse, a la cual imitar, el profeta Muhammad (salaala alayhi Wa Salaam), es el mejor de los Walid.
Cuando estudias la vida y obra suya, encuentran perfectamente unidas las condiciones del político, santo y soldado, es la misma personalidad de todos los profetas comprometidos con la voluntad divina, esta es la personalidad puramente teocratica e islámica.
No se puede ser muslim verdadero sin ser político. Nadie puede ser de la política teocrática y divina del Islam y luchar contra la profana y democrática, sino no es un soldado sagrado de Allah, un muyahid.
Mi tiempo en el calabozo es para suprimir la personalidad anti teocratica y edificar a partir de la practica de los hábitos islámicos, la personalidad de un autentico Muyahid, que encarne la causa de Allah, su lucha contra los gobiernos ilegítimos (no islámico) del mundo, los que usurpan su supremacía.
