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El enfermero del penal no solo tiene que serlo en primeros auxilios, en muchos casos tiene que llegar a practicar intervenciones difíciles y no autorizadas, con tal de garantizar la salvación de una vida en peligro, la cual no aguantaría un traslado al hospital. Luis llego a realizar hasta operaciones de emergencia, para extraer proyectiles alojados en lugares de difícil extracción, pero que requerían la intervención inmediata, a fin de evitar la muerte. Luis Contreras lucho contra la muerte arrebatándoles algunas vidas a otros menos afortunados, los vio morir a su lado, unos como producto de la violencia carcelaria, a otros vencidos por graves enfermedades en fase final. Allí en ese recinto de enfermedad, insalubridad y muerte vivía Luis Contreras. Sin duda alguna, que esta experiencia vivida, le han ayudado para humanizar más su vida y para acercarse más a Dios. Desde el Rodeo llego Luis a esta prisión de máxima seguridad. En este lugar le ha tocado vivir una nueva experiencia, vivir con el resto de los involucrados, lo cual es bastante difícil, pues pertenece a mundos diferentes por lo que es muy poco lo que pueden compartir. Hemos conversado mucho, el lado positivo de todo esto ha sido el aprendizaje, Luis ha tenido mucho tiempo para la lectura, sobretodo de los libros sagrados, creo que hoy entiende mas los caminos por donde Dios nos permite muchas veces transitar con el propósito de enseñarnos, hacernos adquirir experiencias y madures, para entender mejor la vida y el propósito divino. Pasado algún tiempo Luis trajo el Coran, si era el hombre que tenia el Coran, tal como Dios me lo había mostrado. La vida de preso por una parte, opina Luis que le ha hecho bien, según me cuenta, antes el era una persona muy elitesca, discriminante y orgulloso, alguien completamente materialista, esta ya no es su vida, no podemos decir que es la misma persona que entro a la cárcel, mas bien podemos hablar de un Luis Contreras marcado por la prisión, alguien totalmente trasformado desde el punto de vista humano, del haber sido victima de una situación de opresión, de negación de sus derechos, de privación ilegitima de su libertad. Por supuesto que esa situación de injusticia, no solo afecto su vida como victima, también afecto su familia, su esposa la señora Jeimy Henriquez y sus