viernes, 6 de febrero de 2009
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familiar, o sea, que el proyecto genere unión familiar, como capital social y humano, aparte del capital económico, de manera que el incentivo no sea el mero interés económico, sino que se encuentra placer en el beneficio de la unión de los estrechar lazos de unión familiar, es un proyecto que tiene que ser conversado con el resto de la familia, en especial con Dios, un proyecto donde todos aporten y donde todos reciban.
Ya no soy solo un amigo y un hermano de Luis, ahora la amistad se ha extendido a su esposa, la señora Jeimy Henriquez, que Dios la bendiga y esta amistad no solo ha beneficiado a mi hermano Luis, sino también a su familia y aun a mi también me he beneficiado, ya soy el medio por el cual Luis se comunica con su esposa, porque el esta incomunicado. Esto para mi es un orgullo porque es una muestra de confianza de mi hermano lo cual es también una responsabilidad para mi, que me toca ser el mejor y mas honesto uso de esa confianza correspondiendo con mucha fidelidad y prudencia en beneficio de esta noble pareja; así como mi Dios me ha enseñado que debo proceder para poner en alto su nombre.
El prestarle el servicio de comunicación, me ha permitido el comprar algunas cosas para mis necesidades, por medio de la señora Yeimmi y ella me trae estas cosas por medio de su esposo los días de visita, la amistad es una necesidad humana, Dios quiere que llevemos esta relación al nivel más alto, el de la fraternidad.
La amistad es la fraternidad hecha conducta social, por eso el proyecto económico que propongo a Luis es en función a lo fraterno.
Es mi deseo que el señor Luis Contreras se convierta en un ser especial para su esposa, hijas, suegros, padre, hermanas y todo su entorno, hasta que lo que Dios es, se manifieste en todo lo que es su carácter, personalidad y conducta, que su familia y allegados puedan ver y sentir a Dios en la persona del señor Luis y vea que utilizo la palabra señor como ejemplo de respeto. Lo que las personas significan para nosotros, el aprecio y desprecio, lo manifestamos de manera conciente y inconciente en nuestra manera de dirigirnos o referimos a los seres humanos. En lo personal aunque el señor Luis es menor en edad que yo, mi trato hacia el, es de don Luis, esta es la voluntad de Dios y vivo conforme a el.
