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El vocabulario obsceno aun de nuestros dignatarios, nuestras canciones como el cazador novato, nuestros cuentos del conde del guacharo, la cultura y las artes puestas al servicio del enaltecimiento de los anti valores. Si todos los problemas tienen su origen en esa ancestral necesidad moral señalada por Bolívar. Luego es allí donde debe ser aplicada la solución, y la solución no puede ser otra que satisfacer esa necesidad, a partir de alimentar a nuestra nación con valores que desplacen los anti valores, la honradez, la probidad, nobleza, lealtad. El problema va a estar, en con quienes Venezuela llevara acabo la labor moralizadora. El actual proceso revolucionario fue una excelente oportunidad y digo fue porque no se tomo en cuenta la moral como la más importante y prioritaria de las necesidades. En vez de asignarle el primer motor, le asignaron el tercero. Aun más no hubo una importante inversión de parte del estado en la tarea moralizadora. Mientras el tema político y económico acaparó casi toda la atención y los recursos. El problema moral se hace más notorio en las alturas del poder y de los altos niveles sociales. El problema moral no es exclusivamente venezolano ni es algo nuevo. Es un problema mundial histórico. Desde la teología teocratica, yo lo relaciono con la soberanía del mal, de los deseos insanos, de las pasiones, la corrupción soberana. Los seres humanos somos por naturaleza inclinados al mal, débil al mal y frente al mal. El ser humano es fácilmente dominado por sus pasiones humanas, que le obligan a invertir valores y a cambiar leyes para alcanzar el gobierno de la inmoralidad. Allah bendito sea por siempre conoce de manera profunda su creación y en especial a los humanos. Conoce esa debilidad y por esta razón sensata, inteligente, no otorgo el poder soberano a los humanos, el destino y la utilidad que los humanos daríamos a este poder no seria otro que la autodestrucción. El poder es exclusivo de Allah, los problemas de Venezuela son los de la humanidad, la necesidad moral venezolana, es la misma del resto de las