lunes, 9 de febrero de 2009

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a velocidad, aproximándose a donde yo estaba huyendo. Encontré un camino que daba al patio de una vivienda, donde una señora tendía ropa. Corrí hacia ella y le hable, ¡señora, ayúdeme! Me persiguen para matarme. En eso apareció la trompa del jeep, los funcionarios se bajaron corriendo y haciendo disparos. La señora le dijo a un niño que salio de la casa, hijo sácalo por la parcela del compadre. El niño y yo corrimos perseguidos por los funcionarios. El pequeño me dejo en un monte cerrado y me indico, siga en esa dirección y va a conseguir una siembra y una casa, dígale al señor que le muestre la salida. Me aventure por el lugar que me indicaba el muchachito que desapareció en otra dilección… oía las voces de mis perseguidores, por allá va, decían. Prestando atención a mis perseguidores me perdí totalmente. Lo peor fue que me metí en un lugar donde el monte era tupido, tejido por bejucos arrañegato y jalapatras, estos hacían imposible el avance, claro que a mis perseguidores les estaba ocurriendo lo mismo. Salí de ese lugar y camine desorientado. No sabía hacia donde me dirigía, temía encontrarme de frente con mis perseguidores. Me encontré con una cerca ciclón, la seguí hacia el lado izquierdo y salí de frente a una edificación, que me pareció el garaje municipal. En el portón un agente de la policía regional, montaba guardia sentado y con una ametralladora descansando sobre las piernas. Este hombre no podía saber nada de lo que estaba ocurriendo, solo le podía llamar la atención el poco de rasguños y la ropa sucia por el monte, pero estaba muy distante para apreciar esto; me arregle un poco y salí con naturalidad. El agente me miro con indolencia y continué con paso natural. Una vez en el pueblo de la Fría trate de encontrar ayuda, pero nadie quería comprometerse. En la sede del partido Quinta República encontré un revolucionario comunista a quien relate lo acontecido. Este hombre me ayudo. Contrato a un taxi y le contó al taxista mi situación, le pidió ayudarme, el taxista dijo que habían varios puntos de control y operativos de búsqueda. Lo más aconsejable era llevarme hacia la salida que va para Coloncito y me dejaría antes del puesto de control. Cuando llegamos me mostraron unos cerros a la orilla de la carretera, vallase por encima de esos cerros, ira viendo la carretera; mas adelante esta el puesto de control donde hay un operativo, por ahí